sexta-feira, 24 de junho de 2011

Del profundo del corazón

Queridos amig@s;

           Deseo de corazón que se encuentren todos bien y viviendo con alegría y esperanza este tiempo de sus vidas, agradeciendo cada instante y aprendiendo de los pasos que el camino nos invita a seguir.
Hace tiempo que no comparto algo de lo que voy viviendo aquí en la misión del Buen Pastor, en Kicolo, Angola, África Austral. Este mes pasado he completado tres años de haber llegado aquí y el primer sentimiento que viene al corazón es de “agradecimiento”. Agradecer por todo lo que el Buen Dios me va enseñando junto a la gente de este pueblo y mis hermanos de comunidad. El segundo es de “asombro”, de ver que el tiempo ha pasado tan rápido.
Queramos o no, cada uno de nosotros llevamos “una etiqueta” que nos identifica de una u otra manera por aquello que hacemos y tentamos de ser. Soy “misionero”, y estoy aquí en Angola como tal y esto va siendo para mí una “fuerte experiencia de vida”, “una fuerte experiencia de encuentro con Dios atreves de la gente” con la cual voy compartiendo “alegrías y tristezas”, “caricias y arañones”, “muchas esperanzas”, “tantos sueños”… es una manera de vivir la vida, escoger estar del lado de los más humildes, y encontrar en ello un camino de profunda felicidad. Felicidad teñida con los tantos colores que la vida nos presenta cada día. Bresillac, el fundador de la SMA decía: “sean misioneros desde lo profundo del corazón”. Con el tiempo voy experimentando que el ser misionero, es recorrer un camino de aprendizaje, que me va llevando al “profundo del corazón” no solo de mí mismo, sino también de los otros, de la historia, de Dios.
Angola está en un tiempo de profundos cambios. Después de la guerra, se desató un grande crecimiento económico debido a la cantidad de recursos económicos con que cuenta el país, sobretodo petróleo y diversos minerales procurados hoy en el mercado internacional. Lamentablemente la riqueza es concentrada en un grupo muy selecto y en las empresas internacionales que explotan los recursos naturales del país. Las estructuras sanitarias y de educación no llegan a cubrir mínimamente las necesidades reales de la gente. Sin embargo muchos jóvenes hoy acceden hoy a un estudio universitario y esto les va proporcionando una capacidad más crítica. Los cambios no serán inmediatos, pero se va gestando algo nuevo.
Kicolo es una de las zonas marginales de la gran capital, Luanda. Nuestros barrios estás superpoblados e carecen de agua potable y electricidad. La carencia de hospitales y centro de salud sigue siendo uno de los grandes problemas. En medio de la pobreza la gente despierta una grande capacidad creativa para “sobrevivir” y un fuerte sentido de solidaridad. A pesar de que los desafíos sean muchos, aprendo y me admiro cada día de ver cómo la gente mantiene vivo el optimismo, su espíritu de lucha y la sonrisa.
Nuestras comunidades cristianas intentan ser signos de esperanza, en donde se celebra la vida y se procura crecer humana y espiritualmente. Una de las opciones sigue siendo “la educación”. Además de las 5 escuelas de enseñamiento primario y primero siclo secundario, hemos abierto este año un centro profesional en donde los adolecentes y jóvenes más desfavorecidos aprenden un oficio y una formación integral. Estamos en la primera etapa de organización de este centro y por el momento solo se enseña “herrería y soldadura civil”, esperamos de aquí a fin del año próximo poder sumar otros dos cursos.
Otra opción que hemos hecho en el trabajo misionero es “la promoción de la mujer”. Existe aquí en Angola un grande movimiento de mujeres llamado “PROMAICA” (Promoción de la Mujer Angolana). Es un espacio en donde la mujer puede encontrarse con otras mujeres para recibir formación e emprender pequeños proyectos, que las ayude a organizarse y defender sus derechos y dignidad. En este movimiento  muchas de ellas encuentran un lugar para fortalecerse, para ser escuchadas y crecer espiritual y humanamente. Hay entre ellas un gran clima de solidaridad. La formación que reciben las ayuda a mejorar su condición de vida y ser agentes de desarrollo en los medios en donde viven.
Otra opción de nuestro trabajo misionero son “los niños, adolecentes y jóvenes”. Es donde dedico mayor tiempo y dedicación. En nuestras barriadas el porcentaje de niños, adolecentes y jóvenes es elevadísimo. Además de las escuelas que están al servicio de ellos, brindamos espacios de formación a partir de grupos diversos y actividades que ayudan al crecimiento humano y espiritual de ellos. Organizamos charlas debates, momentos de retiros y reflexión, momentos de oración, campamentos… Espacios en donde puedan encontrarse consigo mismos y con los otros. El contacto con los pibes es una experiencia linda, sus búsquedas y esperanzas rejuvenecen siempre el alma.
El día 10 de julio será la inauguración de nuestra nueva parroquia, “Santa Isabel”. “Santa isabel” pertenecía antes a la parroquia del Buen Pastor (Kicolo) y a causa de la densidad de la población fue decidido abrir la nueva parroquia. Padre Angelo está trabajando mucho en la construcción de la Iglesia y de la casa que albergará los misioneros que trabajarán allí. La gente está con mucho entusiasmo en los preparativos de la inauguración de la nueva parroquia, sienten más cercana la presencia de los misioneros y se puede observar con alegría como ha crecido la comunidad. Acontece algo similar en Nambuangongo en donde está trabajando padre Walter. Una parroquia rural en donde durante los años de guerra la gente sufrió muchísimo y las comunidades quedaron muy frágiles. La presencia de Walter junto a dos hermanas mejicanas está reanimando la vida de esas pequeñas comunidades. Signos de esperanza, que van mostrando que la vida “ofrecida” despierta nueva vida.
Estamos esperando para este 2011 la llegada de dos nuevos hermanos SMA que se sumarán a la tarea misionera aquí en Angola. Es motivo de grande alegría y esperemos que con el tiempo puedan llegar otros. En este ir haciendo camino voy descubriendo con alegría que, a pesar de las fronteras y distancias culturales, puedo sentirme hermano de esta gente y buscar juntos a ellos un mundo un poquito mejor, el cual “comienza por casa” como se dice “procurando de transformar el egoísmo y orgullo personal” para dar espacio a una mayor solidaridad y compartir. 
Me voy despidiendo de todos deseándoles lo mejor y pidiéndole que en sus oraciones no dejen de rezar por nosotros. Si bien no me comunico tanto, sepan que están presentes en mi oración y deseando para cada uno lo mejor. El Dios de la vida los siga bendiciendo a todos. Un abrazo grande de este “negro cordobés”.

Ceferino Miguel Cainelli, sma.

Non mancano i semi di resurrezione.

Ciao a tutti!
Nelle nostre cappelle tutte le settimane di Quaresima facciamo la Via Crucis. È abbastanza partecipata. Tutti han subito qualche violenza e qualche ingiustizia, tutti sono presi in giro dai grandi che pensano solo ai loro interessi, tutti subiscono quotidiane violenze, molti muoiono giovani, a volte molto più giovani di Gesù Cristo. E così viene spontaneo fare propria la sofferenza di Gesù. Anche qui per fortuna non mancano i Cirenei e le Veroniche, l’affetto di una madre e il pianto di qualche donna, persino la fede di un soldato. Soprattutto non mancano i semi di resurrezione.
Il nostro impegno di quaresima è costruire una casa per un signore anziano handicappato, che vive in un cubo di lamiera da 2x2x1,50 e sistemare la casa di una nonna abbandonata.   Quando viene alla via crucis la gente porta l’equivalente delle sue rinunce quaresimali e le offre nella cassa della Caritas. È poca cosa, ma almeno tutti ci ricordiamo che c’è anche chi sta peggio.  Anche la parrocchia, nonostante i grandi problemi economici, rinuncia in favore della Caritas al 20% delle offerte che riceve per le costruzioni. Con quel che raccogliamo qui,  con quel che riceviamo dall’Italia e con l’aiuto di volontari generosi riusciamo così a far fronte a diverse emergenze e a migliorare la vita di diverse famiglie e anziani.
Il 3 luglio il vescovo inaugurerà ufficialmente la nuova Chiesa e la nuova Parrocchia Santa Isabel. È cresciuta per miracolo grazie a doni dall’Italia e alla generosità della gente di qui. È cresciuta la struttura muraria e la comunità dei cristiani tanto che la nuova chiesa è già troppo piccola per contenere tutti. In consiglio parrocchiale han proposto di fare una grande festa. Mi sono opposto: ci sono tante altre priorità, troppe sofferenze! Il Catechista mi risponde: Padre anche se le condizioni di vita sono precarie, questo non ci impedisce di vivere, di far festa e di essere contenti!
Sta crescendo anche la Casa Parrocchiale. Il vescovo ha mandato qui un diacono diocesano (si chiama Gesú) per fare il suo tirocinio; la SMA dovrebbe mandare a fine anno un altro confratello: dobbiamo costruire in fretta una casa che ci accolga.
Ci sono muratori anche a S.Marco, per costruire una Cappella “Polivalente” e a Balumuca, per ampliare il piccolo centro di formazione professionale guidato da Pe. Ceferino.  Accoglie una quindicina di giovani che stanno preparandosi a diventare fabbro-ferrai. La scorsa settimana erano qui, nelle loro tute blu, per montare due scale di ferro. Ora abbiamo in cantiere l’apertura di un settore di formazione in “elettricità industriale”.
La comunità di santa Mónica, fatta principalmente di vecchie e di bambini, aspetta che costruiamo qualche sala, per poter mettere gli sgabelli della chiesa e il tavolo che serve da altare. La chiesa infatti è un grande hangar aperto, senza nessuna protezione.
Nella notte di Pasqua cominceranno i battesimi, che continueranno nelle varie cappelle durante tutto il tempo pasquale. Circa 150 ragazzi, giovani e adulti saranno battezzati e riceveranno la prima comunione. Da mesi sono “sotto sforzo”; incontri, catechesi intensiva, liturgie, preghiera speciale per loro durante le messe della comunità.
Grazie a SMA Solidale siamo riusciti ad aiutare diversi  portatori di handicap a continuare la scuola o a iniziare qualche piccolo commercio.  Un gruppo di signore si sta specializzando in pediatria spicciola, per aiutare le nostre mamme a vivere meglio il periodo della gravidanza e dell’allattamento. Dalle suore funziona la scuola di alfabetizzazione degli adulti, con circa 300 iscritti e nel mio cortile girano 700 ragazzi al giorno, alunni della nostra scuola.
La risurrezione è già cominciata. Un grazie di cuore a chi prega per noi e a chi ci aiuta.
p. Angelo sma

quarta-feira, 13 de abril de 2011

A Nambuangongo, la parrocchia cresce

Anche quest’anno la Quaresima ci ha preso di sorpresa..fermare il tempo non é possibile, e tra poco ci prepariamo a festeggiare l’evento più importante dell’anno: per noi cristiani Pasqua, la Risurrezione del Signore, fondamento di speranza per l’ umanità. Domenica scorsa, nella Trasfigurazione, per alcuni attimi Gesù ci ha rivelato ciò che realizzerà dopo la Sua e nostra morte... Ma scendendo a valle, Lui e noi con Lui, dobbiamo affrontare un cammino duro e difficile della vita, della sofferenza e morte.
É ancora il cammino degli Africani e dell´Africa... sembra ormai un lungo e doloroso parto, e non sappiamo fino a quando. Popoli che si ribellano per una libertà sempre negata e per un futuro migliore; é il caso di alcune nazioni dell’Africa del nord Àrabo-islamica. In altri paesi elezioni, catastrofiche; ad esempio... la Costa d’Avorio sull’orlo di una guerra civile. L’aspirazione a una vera democrazia e una vita degna, é frustrata da dittatori che comandano da decenni e sono accettati dall’Occidente.... basta fare affari.  
Intanto qui da noi, a Nambuangongo,  (Angola), dopo 30 anni di guerra civile, terminata nel 2002, si é ripreso con difficoltà un nuovo cammino di pace, di unità.  Anche se, la vita democratica del paese stenta a farsi strada. Ci sono segnali di crescita nell’economia, nell’istruzione, nelle strutture; ma non ancora nelle necessità basiche delle popolazioni; l’acqua, la salute, la libertà di manifestare.  
Dal punto di vista religioso, a Nambuangongo, la parrocchia cresce. È come un seme che, nascosto in terra, non sempre fertile, cresce a poco a poco, dando i suoi primi frutti.  Ad esempio tre giovani sono entrati in Seminario per finire le superiori. 79 adulti, hanno scelto Gesù, e stanno nei 3 anni di preparazione al battesimo, eucarestia e alcuni il matrimonio. 51 ragazzi e ragazze si sono iscritti al catecumenato.   Nascita di due nuovi gruppi parrocchiali: 1)Infanzia Missionaria; per i bambini e ragazzi.  2) Apostolato della Preghiera; per adulti anziani e vedovi. La campagna di Evangelizzazione del  vasto territorio, con l’aiuto dei catechisti, della nostra parrocchia. Cinque villaggi: Balacende, Hinda, Kiba, Mutanga e Canacassala,  anno accolto e dato inizio all’annuncio della Buona Novella. Su un totale di settantatré villaggi, solo in venticinque esiste una presenza cattolica.
In Parrocchia stiamo realizzando alcuni progetti, aiutare  con alcune strutture e formazione lo sviluppo e la dignità umana delle nostre popolazioni:
1.       È stato realizzato il progetto carrozzelle e biciclette-carrozzelle, per handicappati poliomielitici di Nambuangongo. Un grazie ai molti amici e benefattori  con l’aiuto della SMA Solidale Onlus di Genova .
2.       Un gruppo missionario di Lisbona, (Portogallo), tutti gli anni, nel mese di agosto, ci rende visita per un aiuto concreto nell’Evangelizzazione missionaria incontrando i gruppi parrocchiali e alcuni villaggi per una formazione permanente basilare, inviando materiale per l’alfabetizzazione, e corsi sanitari di primo soccorso, (sono vantaggiati dalla lingua, qui si parla portoghese). Hanno intrapreso un progetto di un internato per ragazze che abitano nei villaggi lontani, e che desiderano continuare gli studi secondari, dando loro la certezza di un’accoglienza e un tetto per l’anno scolastico.
3.       È in corso la costruzione di una tettoia “jango”, rettangolare 5 X 8 metri, da affidare al gruppo della PROMAICA, (promozione della donna angolana cattolica). Servirà anche per i corsi di alfabetizzazione, catechesi, incontri, ritiri, preghiere e altre attività. Per questo ringraziamo tutti quelli che vi hanno contribuito tramite la SMA SOLIDALE ONLUS di Genova.
4.       Le due moto e 10 biciclette, che mi avete aiutato a comperare e poi affidate ai catechisti sparsi in questo vasto territorio, contribuiscono all’evangelizzazione, allo sviluppo sociale e sanitario, ai corsi di alfabetizzazione, corsi di primo soccorso, e alle diverse campagne di vaccinazione del territorio. Anche questi piccoli mezzi sono necessari per salvare vite e lottare contro la poliomelite che continua a seminare vittime e handicap. Grazie a tutti quelli che vi hanno partecipato alla sua realizzazione tramite la SMA SOLIDALE ONLUS di Genova.
5.       Lotta contro l’alcolismo. Purtroppo é una piaga di questa zona, e soprattutto tra i giovani. Il progetto di una motosega, da lavoro ad alcuni operai, a beneficio dei giovani falegnami e della popolazione, che desiderano tagliare alberi di loro proprietà per far porte e finestre e travi per il tetto delle loro case. Il taglio di alberi é gratuito. Una parte di legno rimane all’operaio che lavora, un’altra alla missione, (alcune tavole e travi che serviranno per la costruzione di porte, finestre e tetto per i nostri progetti: la futura missione, la maternità “Lia Speranza”, l’internato per le ragazze, e tetti delle chiese nei villaggi.
6.       Abbiamo presentato a Roma, (alle Pontefice Opere Missionari, su invito del nostro Vescovo), un progetto per un centro di formazione dei futuri catechisti per questa regione.
7.       La Diocesi s’impegna alla costruzione della futura e modesta casa parrocchiale e di una sala polivalente, che servirà a ospitare, in attesa che sia ristrutturata o rifatta la chiesa semi-distrutta dalla guerra. Il ministero dei beni culturali, ci ha pure promesso un aiuto per la ristrutturazione, poiché la chiesa é classificata come “monumento storico”... ma ho dei dubbi...   
8.       È in progetto la costruzione di una maternità per assistere le tante mamme e future mamme, prima, durante e dopo il parto. La futura maternità ha già un nome “Mamma Rosalia Speranza”, una grande mamma e sposa dal cuore missionario, di Bitonto - Bari -, unita sempre spiritualmente e materialmente alla S.M.A. Il 13 di questo mese, (un anno dalla sua chiamata del Signore), é stato organizzato un concerto lirico da Regina Carla, (figlia di Rosalia Speranza), e suoi compagni musicisti. Il ricavato é stato offerto per questo progetto. In nome delle donne e future mamme di Nambuangongo, ringraziamo tutti quelli che hanno contribuito, (i partecipanti a questa iniziativa musicale, la Frate di Bitonto, il Movimento Non Vedenti di Bitonto, il gruppo missionario De Luisi Carmela di Palombaio, la famiglia Piccinnonna Sabino e tanti  amici di Palombaio, Bitonto, Palo del Colle, e Toritto e molti altri benefattori che contribuiranno alla sua realizzazione.
A tutti auguro una buona Pasqua ricca di speranza per risorgere a una nuova vita. Ce lo ricorda molto bene Mamma Lia dal suo diario: “Una parte di me é morta, non per finire, ma aspetta di risorgere per incominciare a vivere, ad amare, a donare....”
Buona Pasqua
P. Walter Maccalli S.M.A.

segunda-feira, 21 de março de 2011

Quasi parrocchia con quasi niente (Testo in Italiano)


Kicolo, il quartiere dove abito, ha 400.000 abitanti. Persone arrivate da ogni dove durante la guerra civile che per trent’anni ha insanguinato l’Angola e tanti, tantissimi giovani e bambini, nati e cresciuti qui in mezzo alle baracche e alla polvere. Anche qui si sente l’onda dello sviluppo che da 8 anni (da quando è finita la guerra) attraversa l’Angola, ma rimangono gravi problemi: dalla mancanza di acqua ed elettricità, alla scarsità di scuole e strutture sanitarie, al degrado di strade e abitazioni. La mancanza di scuole e la disoccupazione spingono molti dei nostri giovani sul cammino dell’alcoolismo e della violenza. Dopo le 19, ma a volte anche prima, le strade dei nostri quartieri non sono più sicure.

Per vivere in mezzo alle case la Chiesa si fa Parrocchia. Da poco più di dieci anni P. Luigino e P. Renzo han cominciato a vivere qui organizzando la nuova comunità… che è cresciuta con diversi centri secondari, scuole, attività sociali. Sono arrivati nuovi missionari, io, Padre Ceferino, P. Mario.
Lo scorso anno il vescovo ha staccato da Kicolo una nuova parrocchia e all’inizio di quest’anno ne ha creato un’altra: la Quasi Parrocchia di Santa Isabel. “Quasi” perché non c’era quasi niente. Un piccolo terreno occupato a metà dalla scuola e quattro centri secondari senza nessuna struttura che non fosse una tettoia.

E cosí sono diventato “Quasi-Parroco”. Alla mia gente il “Quasi” non va proprio giù, perché san bene che l’essere Chiesa non dipende dalle strutture o dai soldi.  A me invece il “Quasi”, quasi piace, perché ricorda la provvisorietà di ogni realizzazione e ci fa sentire sempre in cammino. Cosí come non mi sono dispiaciuti i mesi passati sotto le tende, come Israele nel deserto, mentre, distrutta la vecchia Chiesa di bastoni e lamiere, si costruiva la nuova Chiesa “Quasi-Parrocchiale”.  L’abbiamo iniziata in marzo, non sapendo dove saremmo riusciti ad arrivare. Pensavamo di riuscire solo a mettere pilastri e tetto. Invece stiamo già innalzando anche i muri e dal 15 di Agosto abbiamo cominciato ad usarla per le nostre celebrazioni. Abbiamo anche dato inizio alle fondazioni della nuova casa “quasi-Parrocchiale”. Ci ha aiutato la provvidenza, ma anche la generosità e l’impegno di tutti i nostri cristiani, che per tre volte già han consegnato la loro “busta” per le opere parrocchiali.

La gente ha partecipato anche con il proprio lavoro manuale ed ha seguito i lavori come se si trattasse della propria casa, ma soprattutto si è lasciata coinvolgere nella costruzione pastorale e spirituale della nuova comunità parrocchiale. Dal gruppo vocazionale, dove ragazzi e ragazze riflettono sulla loro vocazione e si preparano a servire il Signore nella vita sacerdotale e religiosa, ai vari gruppi giovanili, che si sono impegnati recentemente in alcune giornate di evangelizzazione tra altri giovani nelle strade del quartiere, alla Promaica, organizzazione di tutte le mamme, che insieme alla crescita spirituale promuove la promozione della donna nella famiglia e nella società, ai catechisti, alle coppie sposate e non, alla Caritas … è tutto un darsi da fare per far crescere la nuova comunità.

Anche lontano dal centro la Comunità cresce. Alle quattro comunità già esistenti (dove si vivono le liturgie domenicali, si fa catechesi e si organizza la carità verso i più poveri e sofferenti) se n’è aggiunta recentemente un’altra e, non senza grandi sacrifici, abbiamo comprato il terreno per una comunità in riva al mare. Forse un giorno sarà parrocchia pure quella.
Un grazie sincero a tutti coloro che ci hanno sostenuto con la preghiera e l’aiuto. Siamo lontani dall’essere una parrocchia perfetta. Ma “quasi” ci arriviamo!

P. Angelo Besenzoni sma

Camino d’incontro e speranza (testo in Italiano)

Praticamente da tre anni mi trovo in Angola e sto vivendo un tempo molto bello della mia vita missionaria insieme ai miei confratelli. Qui a Kicolo, la vita è molto movimentata, un miscuglio di aggressività e tenerezza, di gridi e silenzi, di sofferenze e celebrazione. Nella strada si confondono i diversi odori della spazzatura disseminata un po’ da per tutto. La presenza di tanti bambini in ogni luogo, ci fa vedere il futuro con speranza e anche con preoccupazione. L’Angola continua a essere un paese dove l’indice di mortalità infantile è fra i più elevati del mondo. La gente continua a vivere un difficile processo di ricostruzione dopo tanti di guerra.

In questo tempo sento che il mio sguardo é stato rinnovato dal Signore, purificato, trasformato nel confronto con la gente. Che cosa è successo? Penso che l’amicizia con la gente mi abbia fatto capire molte cose: posso sentire un po’ di più quello che l’altro sente, anche se la mia realtà è certamente diversa. Tocco con mano le loro sofferenze e le loro speranze. Le tante storie condivise con la gente, hanno ammorbidito il mio cuore, ma nello stesso tempo lo hanno fortificato. La gente mi aiuta a scoprire il volto misericordioso di Dio.

Insieme a padre Angelo abbiamo cominciato una piccola scuola professionale. Per il momento molto discreta. Le abbiamo dato il nome di “Nazareth”. Abbiamo iniziato con un corso di “capo fabbroferraio”. Venti ragazzi si stano formando, e c’è anche una ragazza, Laura. Cerchiamo di offrire ai giovani uno spazio dove possano imparare una professione che servirà loro per il futuro. Uno spazio dove possano creare, sentirsi utili, occupare il loro tempo, imparare a lavorare e condividere con gli altri. All’inizio è stato difficile trovare un professore capace di dare un insegnamento teorico e non solo pratico. E cosi Dio ci ha inviato Tony, un giovane ragazzo che lavora già in un altro centro e che  è stato formato come professore per questo. I ragazzi imparano a fare delle porte, finestre, tavole e altre cose in metallo. Il corso dura sei messi e dopo cominceremo con un altro gruppo. Cercheremo anche con il tempo di offrire altri corsi secondo le possibilità. Il quartiere dove questo progetto si svolge si chiama “Buona Speranza” in una delle nostre cappelle. È un grande quartiere dove non ci sono altre possibilità di scuole per i giovani e dove la delinquenza è all’ordine del giorno. Il centro “Nazareth” vuole essere anche un piccolo spazio che serva come motivazione per altri giovanni. Uno spazio da dove la comunità cristiana testimonia la sua scelta per la difesa e promozione della vita. Questo inizio è stato possibile grazie alla generosità di tanta gente che ci ha aiutato economicamente e spiritualmente. Vi ringraziamo con tutto il nostro cuore.

È questo è un po’ della missione che vivo in Angola. Che insieme viviamo con i padri SMA e la nostra gente. “Vivendo, imparando, condividendo, lasciandoci trasformare dal profondo del cuore”. La scelta missionaria ci aiuta a essere sempre in questa continua trasfigurazione. Lo sguardo con il tempo si trasforma. Chiedo soltanto a Dio che ci aiuti sempre a vedere come Lui vede.
Nella gioia di sentirvi fratelli e sorelle prego per voi e insieme con voi. Fraternamente.

P. Ceferino Miguel Cainelli sma.

Camino de Encuentro e Esperanza (Texto en Español)

Queridos amigos,
Hace ya un tiempo que no les escribo compartiendo algunas noticias. Prácticamente hace tres años que me encuentro como misionero en Angola. Estoy viviendo un tiempo muy bello de mi vida misionera junto a mis hermanos de comunidad y la gente con la cual comparto. Aquí en Kicolo la vida es muy animada, una mezcla de agresividad y ternura, de gritos y silencios, de sufrimientos y celebración. En la calle se confunden los diversos olores de la basura dispersa por todas partes. La presencia de miles de niños en todas partes, hacen ver el futuro con esperanza y con preocupación. Angola continúa a ser uno de los países con el índice de mortalidad infantil más elevado del mundo. La gente continúa a vivir un difícil proceso de reconstrucción después de tantos años de guerra.

En este momento del camino siento que mi mirada ha sido renovada por Dios, purificada, transformada, en el encuentro cotidiano con la gente. Que ha sucedido? Pienso que la amistad con las personas me haya hecho comprender muchas cosas: puedo sentir un poco más lo que la gente siente, si bien mi realidad es diferente. Puedo tocar con mis manos y mi corazón el sufrimiento y las esperanzas de este pueblo. Las tantas historias compartidas con la gente han ablandado mi corazón, al mismo tiempo que lo han fortalecido. Esta gente me ayuda a descubrir el rostro misericordioso de Dios y como Él trata con mano providente cada uno de sus hijos e hijas.

Junto al padre Angelo hemos comenzado un pequeño centro profesional. Por el momento muy discreta, sin muchos medios. Le hemos dado el nombre de Nazaret. Hemos comenzado un curso de herrería. Veinte jóvenes se están formando, inclusive una joven, Laura. Jóvenes con un mirar lleno de esperanza. Procuramos ofrecerles un espacio en donde puedan aprender una profesión que sirva para su futuro, en donde puedan sentirse útiles, ocupar su tiempo, aprender el valor del trabajo y compartir junto a otros. El comienzo tuvo sus dificultades. No encontrábamos un profesor que pueda enseñar no solo la parte práctica sino también teórica. Tomar medidas, calcular un ángulo, etc. Y el Buen Dios nos envió Tony, un joven que trabaja en otro centro profesional y que fue formado para esto. Los jóvenes aprenden a construir puertas, ventanas, mesas y tantas otras cosas en metal. El curso dura seis meses y reciben una formación humana integral. Procuraremos con el tiempo ofrecer otros cursos. El semestre próximo si Dios quiere iniciaremos con un curso de electricidad civil. El barrio en donde está el centro se llama “Boa Esperança” en donde se encuentra una de las capillitas de la parroquia Santa Isabel. Es un barrio en donde la violencia juvenil es uno de los grandes problemas y en donde no hay muchas posibilidades de formación para los pibes. El centro Nazaret quiere ser un pequeño espacio que sirva como motivación para otros jóvenes. También un espacio en donde la comunidad cristiana testimonia de su opción por la defensa y promoción de la vida.

Sigo comprometido en la pastoral juvenil. La respuesta de los pibes es generosa, van construyendo sus historias en medio a tantas adversidades que la sociedad angolana hoy presenta. Ellos dan testimonio de fortaleza y entusiasmo.

Bueno es un poco de la misión que hoy vivo en Angola. Que junto a mis hermanos sma vivimos en esta tierra bendecida de Angola. “Viviendo, aprendiendo, compartiendo, dejándose transformar desde lo profundo del corazón”. El camino de la misión me ayuda a estar siempre en esta continua transfiguración. El mirar con el tiempo se transforma. La gente nos transforma. Pido solamente a Dios que me ayude a ver con la mirada con la cual Él nos ve cada día.
En la alegría de sentirlos hermanos y hermanas, rezo por ustedes y junto a ustedes.
Fraternamente.
P. Ceferino Miguel Cainelli sma.

domingo, 20 de março de 2011

Mi vine da piangere ( Testo in italiano )

Cari Amici;
“A Deus jamais alguém o viu. O Filho Unigénito, foi ele quem o deu a conhecer” Jo.1,18
Penso chetutti capiscano; “Dio nessuno l’ha mai visto...”.  Gesú é Dio che si fa conoscere. Sono sempre piú convinto che la nostra vita senza Gesú vale proprio poco. Come siamo fortunati di aver conservato la fede, in mezzo ad una societá che si aggrappa e si stordisce con cose che non hanno nemmeno la consistenza del fumo.
Anche noi missionari scopriamo Gesú nelle baracche dei bairros, che sono ancora la maggioranza,  in questa vasta periferia di Kikolo. Sono i catechisti che li scovano, ci portano in abitazioni di miseria, dove i “gesú” vivono nascosti. Dopo piú di 30anni in Africa, non mi sono ancora abituato a certe situazioni; mi viene il “ magone”, come si dice, mi viene da piangere, che esseri umani vivano cosí. E penso egoisticamente, se fossero i miei vecchi ? se mi trovassi io in queste condizioni? Quelli sono Gesú; ce lo dice Lui, in Matteo  cap.25.

Qui sono ormai 8 anni di pace, peró c’e da chiedersi se a livello amministrativo ci sia un piano intelligente e armónico di sviluppo per tutti, non solo per un piccolo gruppo di prepotenti che detiene  il potere.
La nostra Caritas parrocchiale funziona praticamente con roba offerta generosamente dalla nostra gente. Ad es. A fine novembre abbiamo mandato 2 camion di aiuti (riso, zucchero, pasta, sale, farina, olio...) alla comunitá di Kikabo, a 130 km da qui, che ha perso due raccolti,  per la siccitá. É vero che dall’Italia abbiamo ricevuto alcune centinaia di stampelle, per feriti da mine o spari, e 90 sedie a rotelle e tricicli per poliomielitici, ma il resto viene dalla generositá dei poveri. Per Natale molte vedove, anziani, orfani, malati, hanno ricevuto un bel pacco viveri.
C’é chi critica la caritá: prima ci vuole la giustizia. É vero, ma nemmeno Gesú ha aspettato la giustizia del governo di Pilato; si é dato da fare.

Un bel punto positivo: siamo riusciti, dopo anni, a far riconoscere dal Ministero dell’Istruzione (per cui ora saranno pagati dal governo) un bel numero di professori formati dalle nostre scuole, anche col vostro aiuto (progetto Adotta un maestro, che ora é chiuso). Questo vuol dire che chiederemo meno partecipazione mensile in denaro alle famiglie degli alunni. La collaborazione con i genitori é ottima; abbiamo una riunione generale ogni 2 mesi: e partecipano. La collaborazione famiglia-scuola é vincente.

L’unico neo é che all’inizio dell’anno scolastico, in febbraio, abbiamo dovuto rifiutare tanti nuovi alunni, dalla  inicição alla 9ª, perché siamo oltre il limite di capienza; ci sono sezioni con 60 alunni per professore!  Il dilemma é semplice: sovraccaricare le classi o lasciare alunni per la strada? La lotta all’analfabetismo e la formazione dei giovani dá speranza a questo Paese e alla comunitá cristiana.
Finalmente ho piazzato le due campane, arrivate da Santhiá; é una gioia sentire la loro voce in mezzo a tutto questo rumore; é la voce che chiama alla lode del Signore.

Col generoso aiuto che ho ricevuto da Don G.Paolo e da altre buone volontá ho fatto due depositi di acqua (che qui dobbiamo comprare, e cara!) per due comunitá con la loro scuola e chiesa; uno a São Mateus, A. Ngangula; l’altro a S. Maria Mãe de Deus, Kawelele. Sono di 35.000 litri ciascuno; per riempirli mi costa 350-400$ americani ciascuno ( e ne occorrono due pieni, a volte tre, ogni mese, con autobotti che vanno ad attingere a 30 km).L’acqua per bere, lavarsi dopo la ginnastica, pulire le aule, i servizi igienici...e qui fa caldo sul serio (immaginate che solo nella scuola João Paulo 2º qui nel nostro cortile, fino a novembre 2010 avevamo tre mila 450 alunni! E quest’anno pure...)

Ho comperato libri di matematica per tre classi: finora avevano solo un quaderno. Mi sembra una materia fondamentale per il loro futuro.

A partire da Pasqua avremo  circa 550 battesimi e circa 460 1e Comunioni: sono ragazzi, giovani e adulti che hanno fatto quattro anni di catechesi e di cammino per scoprire Gesú Cristo. Il grande problema é di riuscire a seguire poi tutti questi nuovi fedeli  per ora ben disposti , ma ancora acerbi: stiamo ancora “lottando” per quelli dell’anno scorso. Soli non staranno spiritualmente in piedi; credo nella forza dello Spirito Santo, ma hanno anche bisogno, come ognuno di noi, di una Comunitá viva. Devono assolutamente entrare in gruppi apostólici, come “amizade e simpatia”, “grupo harmonia”, “Kizito-Anuarite”,”movimento eucarístico juvenil”,”vocacionados”, “Iam-Liga Missionária”, “grupo bíblico”, “grupo litúrgico”,”caritas”, “scouts”, “gruppi corali”, “Legione di Maria” etc... Ma poi questi gruppi esigono animazione, formazione!  Siamo alle solite: gli operai sono pochi ( anche se c’e un bel numero di laici piú generosi che noi preti).

Chiedo scusa di non scrivere di piú; la sera sono cosí stanco...e fa tanto caldo umido; e poi non ho Internet, E mail e tutte quelle cose li. Cercheró –proposito di quaresima- di farmi vivo un po’ di piú.
Uniti nella preghiera, perché la nostra vita cristiana sia piú coraggiosa, sia lode al Signore e dia voglia ad altri di scoprire la grandezza dell’amore del Signore, e la pace che dá al cuore.
Ricordiamo anche i nostri confratelli sma che vivono in paesi a rischio come Egitto, Marocco e Costa d’Avorio.

Vostro  P. Renzo Adorni , sma

History of SMA in Angola (English text)

The project was born in 1997, when the Italian Extraordinary Provincial Council decided to open a new presence in Angola. The choice was made after an inquiry over the African countries poorest in clergy. Angola was one of the countries with the lowest rate of clergy in relation to population.

Even though the Gospel arrived to Angola 500 years ago, it touched only the capital city, the Portuguese and a few “assimilated” people, leaving aside the great majority of the local population. Only in the first half of the last century was a serious effort of evangelization started in the countryside.

When we took our decision Angola seemed coming out of a long civil war and needing help for human, Christian and social reconstruction; unfortunately the civil war restarted a few months after our arrival, and finished, hopefully for good this time, in 2002.

The first SMA assignment was in the diocese of Saurimo (north east of the country), which had very few priests. When the war resumed it became almost impossible for our confreres to continue the work in that diocese. It looked important to open a presence in the capital city, to support confreres in the countryside.
We opened a new parish in the surroundings of Luanda, in an area mainly made up of slums, where were living more than 300.000 people coming here from the country’s four corners in order to flee the ravages of war.

Two confreres remained in the newly created diocese of Dundo. A new (old) French confrere joined, but the Italian confreres were withdrawn at different steps.
The Archdiocese of Luanda also was divided and we fond ourselves in the new Diocese of Caxito.

Histoire de la SMA en Angola (Texte en français)

Le projet est né en 1997, quand le Conseil Extraordinaire de la Province d’Italie a décidée d'ouvrir une nouvelle présence en Afrique. Le choix de l’Angola a été fait après une enquête sur les pays africains les plus pauvres en clergé locale. L'Angola était un des pays avec le taux le plus bas de clergé par rapport à la population.

Même si l'Évangile est arrivé en Angola il y a 500 ans, il a touché seulement la capitale et la côte, les Portugais et quelques personnes "assimilées" ; la grande majorité de la population n’ayant bénéficié de l’Annonce explicite de la Bonne Nouvelle. Seulement dans la deuxième moitié du 19º siècle eût lieu un effort sérieux d'évangélisation, spécialement dans les zones rurales.

Quand nous avons pris notre décision pour l’Angola, le pays vivait une paix fragile après une longue guerre civile. Le besoin d’aide l'humanitaire pour la reconstruction do point de vue sociale et chrétien était urgente. Malheureusement la guerre civile a recommencée quelques mois après notre arrivée et a trouvé sa fin en 2002.

Le premier engagement SMA fut dans le diocèse de Saurimo (dans le nord-est du pays), une région qui avait très peu de prêtres. Quand la guerre a repris, il est devenu impossible réaliser notre projet original dans ce diocèse. Il nous a semblé important d'ouvrir une présence dans la capitale Luanda,  afin de soutenir des confrères travaillant dans le nord-est.

C’est ainsi que nous avons ouvert une nouvelle paroisse dans la banlieue de Luanda, dans une région des bidonvilles, où vivent plus de 300.000 personnes venant des quatre coins du pays pour fuir les ravages de la guerre.
Deux confrères sont restés dans le diocèse nouvellement créé de Dundo, né de la division de Saurimo. Les deux autres confrères italiens se sont fixés à Kicolo, Luanda. Ensuite un confrère belge de la province de Lyon, venant du Congo est arrivée dans le diocèse de Dundo, dans la mission de Cafunfu.

En 2007 l’archidiocèse de Luanda a été divisé en trois diocèses; ainsi nous sommes maintenant dans le diocèse de Caxito.