sexta-feira, 24 de junho de 2011

Del profundo del corazón

Queridos amig@s;

           Deseo de corazón que se encuentren todos bien y viviendo con alegría y esperanza este tiempo de sus vidas, agradeciendo cada instante y aprendiendo de los pasos que el camino nos invita a seguir.
Hace tiempo que no comparto algo de lo que voy viviendo aquí en la misión del Buen Pastor, en Kicolo, Angola, África Austral. Este mes pasado he completado tres años de haber llegado aquí y el primer sentimiento que viene al corazón es de “agradecimiento”. Agradecer por todo lo que el Buen Dios me va enseñando junto a la gente de este pueblo y mis hermanos de comunidad. El segundo es de “asombro”, de ver que el tiempo ha pasado tan rápido.
Queramos o no, cada uno de nosotros llevamos “una etiqueta” que nos identifica de una u otra manera por aquello que hacemos y tentamos de ser. Soy “misionero”, y estoy aquí en Angola como tal y esto va siendo para mí una “fuerte experiencia de vida”, “una fuerte experiencia de encuentro con Dios atreves de la gente” con la cual voy compartiendo “alegrías y tristezas”, “caricias y arañones”, “muchas esperanzas”, “tantos sueños”… es una manera de vivir la vida, escoger estar del lado de los más humildes, y encontrar en ello un camino de profunda felicidad. Felicidad teñida con los tantos colores que la vida nos presenta cada día. Bresillac, el fundador de la SMA decía: “sean misioneros desde lo profundo del corazón”. Con el tiempo voy experimentando que el ser misionero, es recorrer un camino de aprendizaje, que me va llevando al “profundo del corazón” no solo de mí mismo, sino también de los otros, de la historia, de Dios.
Angola está en un tiempo de profundos cambios. Después de la guerra, se desató un grande crecimiento económico debido a la cantidad de recursos económicos con que cuenta el país, sobretodo petróleo y diversos minerales procurados hoy en el mercado internacional. Lamentablemente la riqueza es concentrada en un grupo muy selecto y en las empresas internacionales que explotan los recursos naturales del país. Las estructuras sanitarias y de educación no llegan a cubrir mínimamente las necesidades reales de la gente. Sin embargo muchos jóvenes hoy acceden hoy a un estudio universitario y esto les va proporcionando una capacidad más crítica. Los cambios no serán inmediatos, pero se va gestando algo nuevo.
Kicolo es una de las zonas marginales de la gran capital, Luanda. Nuestros barrios estás superpoblados e carecen de agua potable y electricidad. La carencia de hospitales y centro de salud sigue siendo uno de los grandes problemas. En medio de la pobreza la gente despierta una grande capacidad creativa para “sobrevivir” y un fuerte sentido de solidaridad. A pesar de que los desafíos sean muchos, aprendo y me admiro cada día de ver cómo la gente mantiene vivo el optimismo, su espíritu de lucha y la sonrisa.
Nuestras comunidades cristianas intentan ser signos de esperanza, en donde se celebra la vida y se procura crecer humana y espiritualmente. Una de las opciones sigue siendo “la educación”. Además de las 5 escuelas de enseñamiento primario y primero siclo secundario, hemos abierto este año un centro profesional en donde los adolecentes y jóvenes más desfavorecidos aprenden un oficio y una formación integral. Estamos en la primera etapa de organización de este centro y por el momento solo se enseña “herrería y soldadura civil”, esperamos de aquí a fin del año próximo poder sumar otros dos cursos.
Otra opción que hemos hecho en el trabajo misionero es “la promoción de la mujer”. Existe aquí en Angola un grande movimiento de mujeres llamado “PROMAICA” (Promoción de la Mujer Angolana). Es un espacio en donde la mujer puede encontrarse con otras mujeres para recibir formación e emprender pequeños proyectos, que las ayude a organizarse y defender sus derechos y dignidad. En este movimiento  muchas de ellas encuentran un lugar para fortalecerse, para ser escuchadas y crecer espiritual y humanamente. Hay entre ellas un gran clima de solidaridad. La formación que reciben las ayuda a mejorar su condición de vida y ser agentes de desarrollo en los medios en donde viven.
Otra opción de nuestro trabajo misionero son “los niños, adolecentes y jóvenes”. Es donde dedico mayor tiempo y dedicación. En nuestras barriadas el porcentaje de niños, adolecentes y jóvenes es elevadísimo. Además de las escuelas que están al servicio de ellos, brindamos espacios de formación a partir de grupos diversos y actividades que ayudan al crecimiento humano y espiritual de ellos. Organizamos charlas debates, momentos de retiros y reflexión, momentos de oración, campamentos… Espacios en donde puedan encontrarse consigo mismos y con los otros. El contacto con los pibes es una experiencia linda, sus búsquedas y esperanzas rejuvenecen siempre el alma.
El día 10 de julio será la inauguración de nuestra nueva parroquia, “Santa Isabel”. “Santa isabel” pertenecía antes a la parroquia del Buen Pastor (Kicolo) y a causa de la densidad de la población fue decidido abrir la nueva parroquia. Padre Angelo está trabajando mucho en la construcción de la Iglesia y de la casa que albergará los misioneros que trabajarán allí. La gente está con mucho entusiasmo en los preparativos de la inauguración de la nueva parroquia, sienten más cercana la presencia de los misioneros y se puede observar con alegría como ha crecido la comunidad. Acontece algo similar en Nambuangongo en donde está trabajando padre Walter. Una parroquia rural en donde durante los años de guerra la gente sufrió muchísimo y las comunidades quedaron muy frágiles. La presencia de Walter junto a dos hermanas mejicanas está reanimando la vida de esas pequeñas comunidades. Signos de esperanza, que van mostrando que la vida “ofrecida” despierta nueva vida.
Estamos esperando para este 2011 la llegada de dos nuevos hermanos SMA que se sumarán a la tarea misionera aquí en Angola. Es motivo de grande alegría y esperemos que con el tiempo puedan llegar otros. En este ir haciendo camino voy descubriendo con alegría que, a pesar de las fronteras y distancias culturales, puedo sentirme hermano de esta gente y buscar juntos a ellos un mundo un poquito mejor, el cual “comienza por casa” como se dice “procurando de transformar el egoísmo y orgullo personal” para dar espacio a una mayor solidaridad y compartir. 
Me voy despidiendo de todos deseándoles lo mejor y pidiéndole que en sus oraciones no dejen de rezar por nosotros. Si bien no me comunico tanto, sepan que están presentes en mi oración y deseando para cada uno lo mejor. El Dios de la vida los siga bendiciendo a todos. Un abrazo grande de este “negro cordobés”.

Ceferino Miguel Cainelli, sma.

Non mancano i semi di resurrezione.

Ciao a tutti!
Nelle nostre cappelle tutte le settimane di Quaresima facciamo la Via Crucis. È abbastanza partecipata. Tutti han subito qualche violenza e qualche ingiustizia, tutti sono presi in giro dai grandi che pensano solo ai loro interessi, tutti subiscono quotidiane violenze, molti muoiono giovani, a volte molto più giovani di Gesù Cristo. E così viene spontaneo fare propria la sofferenza di Gesù. Anche qui per fortuna non mancano i Cirenei e le Veroniche, l’affetto di una madre e il pianto di qualche donna, persino la fede di un soldato. Soprattutto non mancano i semi di resurrezione.
Il nostro impegno di quaresima è costruire una casa per un signore anziano handicappato, che vive in un cubo di lamiera da 2x2x1,50 e sistemare la casa di una nonna abbandonata.   Quando viene alla via crucis la gente porta l’equivalente delle sue rinunce quaresimali e le offre nella cassa della Caritas. È poca cosa, ma almeno tutti ci ricordiamo che c’è anche chi sta peggio.  Anche la parrocchia, nonostante i grandi problemi economici, rinuncia in favore della Caritas al 20% delle offerte che riceve per le costruzioni. Con quel che raccogliamo qui,  con quel che riceviamo dall’Italia e con l’aiuto di volontari generosi riusciamo così a far fronte a diverse emergenze e a migliorare la vita di diverse famiglie e anziani.
Il 3 luglio il vescovo inaugurerà ufficialmente la nuova Chiesa e la nuova Parrocchia Santa Isabel. È cresciuta per miracolo grazie a doni dall’Italia e alla generosità della gente di qui. È cresciuta la struttura muraria e la comunità dei cristiani tanto che la nuova chiesa è già troppo piccola per contenere tutti. In consiglio parrocchiale han proposto di fare una grande festa. Mi sono opposto: ci sono tante altre priorità, troppe sofferenze! Il Catechista mi risponde: Padre anche se le condizioni di vita sono precarie, questo non ci impedisce di vivere, di far festa e di essere contenti!
Sta crescendo anche la Casa Parrocchiale. Il vescovo ha mandato qui un diacono diocesano (si chiama Gesú) per fare il suo tirocinio; la SMA dovrebbe mandare a fine anno un altro confratello: dobbiamo costruire in fretta una casa che ci accolga.
Ci sono muratori anche a S.Marco, per costruire una Cappella “Polivalente” e a Balumuca, per ampliare il piccolo centro di formazione professionale guidato da Pe. Ceferino.  Accoglie una quindicina di giovani che stanno preparandosi a diventare fabbro-ferrai. La scorsa settimana erano qui, nelle loro tute blu, per montare due scale di ferro. Ora abbiamo in cantiere l’apertura di un settore di formazione in “elettricità industriale”.
La comunità di santa Mónica, fatta principalmente di vecchie e di bambini, aspetta che costruiamo qualche sala, per poter mettere gli sgabelli della chiesa e il tavolo che serve da altare. La chiesa infatti è un grande hangar aperto, senza nessuna protezione.
Nella notte di Pasqua cominceranno i battesimi, che continueranno nelle varie cappelle durante tutto il tempo pasquale. Circa 150 ragazzi, giovani e adulti saranno battezzati e riceveranno la prima comunione. Da mesi sono “sotto sforzo”; incontri, catechesi intensiva, liturgie, preghiera speciale per loro durante le messe della comunità.
Grazie a SMA Solidale siamo riusciti ad aiutare diversi  portatori di handicap a continuare la scuola o a iniziare qualche piccolo commercio.  Un gruppo di signore si sta specializzando in pediatria spicciola, per aiutare le nostre mamme a vivere meglio il periodo della gravidanza e dell’allattamento. Dalle suore funziona la scuola di alfabetizzazione degli adulti, con circa 300 iscritti e nel mio cortile girano 700 ragazzi al giorno, alunni della nostra scuola.
La risurrezione è già cominciata. Un grazie di cuore a chi prega per noi e a chi ci aiuta.
p. Angelo sma